La mezcla de estudiantes L1 y L2, unida a la gran heterogeneidad de las clases bilingües, crea una situación problemática en el aula que afecta el proceso normal de enseñanza-aprendizaje. Si usted debe impartir un curso de Español en iguales circunstancias ¿Qué recursos utilizaría para lograr ciertos avances a pesar de esa condición adversa?


La combinación de estudiantes L1 y L2 no debe ser un obstáculo para que, a través de las clases de español el docente deje de lograr los avances esperados en el aula y para que, los estudiantes desarrollen su potencial y su propia competencia lingüística. Esto obviamente, requiere una enseñanza basada en las necesidades, en las diferencias y en la diversidad de los alumnos para lograr un aprendizaje de la lengua de herencia más divertido, independiente y moderno.

Esta mezcla de estudiantes no debe representar un inconveniente para enfrentar este dilema y favorecer una enseñanza integral del español mediante diferentes estrategias grupales o individuales en la medida en que resulte posible. Por lo tanto, es cierto que en un salón de clases de español donde existe un conglomerado de estudiantes de L1 y L2 se crea y se observa una dificultad o conflicto por las diferencias en contextos académicos, lingüísticos y socioculturales que cada grupo tiene. No obstante, para lograr avances en la clase de español con este tipo de circunstancias, se debe buscar, elegir y usar recursos existentes y efectivos que desarrollen las competencias en el idioma y la aplicación a las situaciones que se dan en el salón y fuera de él. Tales recursos idealmente deben ser flexibles para que puedan ser adecuados a dicha clase, a su nivel, al contexto lingüístico y cultural de los alumnos, a las necesidades, a las diferencias y a las expectativas de los mismos sin el objeto de cohibirlos u ofenderlos.

Entonces, tomando en consideración los contrastes y las carencias de cada conjunto de estudiantes L1 o L2 yo como maestra les brindaría una enseñanza diferenciada tal como señala Potowski y con estructuras en varios niveles de dificultad desde actividades bastante sencillas hasta las más complejas. Asimismo, para preparar e impartir mi clase, aprovecharía las nuevas herramientas o aplicaciones tecnológicas y los diferentes materiales pedagógicos visuales, auditivos y escritos con actividades, y juegos interesantes, atractivos y comprensibles que propicien la creatividad de mis estudiantes. Estos recursos académicos me servirán como materiales complementarios y de gran utilidad para las técnicas de instrucción que voy a usar con mis alumnos que tienen diversos estilos de aprendizaje. Una vez que tenga la idea en mi cabeza de lo que quiero que mis estudiantes aprendan, relacionen o hagan iré conectando mis recursos y actividades con cada uno de los cinco estándares y las estrategias de aprendizaje que van a enriquecer y a variar mi clase y también los va a exponer a los distintos acentos, expresiones regionales, culturas y estilos de escritura relacionados al idioma español y además les va a enriquecer la lectura y las actividades auditivas, orales y escritas.

 Naturalmente, no es un trabajo simple y tengo que ser consciente de que se requiere de tiempo y dedicación, pero cabe enfatizar, que es muy importante que haya una correlación entre las actividades, los contenidos y materiales para ir adecuándolos al nivel y las necesidades de mi curso. Asimismo, implementaría diferentes estrategias y criterios de evaluación acorde con mis estudiantes. Igualmente, les pediría ciertas sugerencias a mis alumnos sobre lo que ellos desean aprender para así mantener el interés y la curiosidad en la clase. Para complementar mi instrucción también buscaría el tiempo para trabajar de manera individual con estudiantes que requieren mucha más colaboración y tiempo en la comprensión de las palabras y expresiones que les ofrecen mayor dificultad. Por lo tanto, les asignaría a mis estudiantes actividades para hacer en sus casas, que los incite a aprender y relacionar el idioma dentro y fuera del aula. Al concluir cualquier actividad instruccional asignada, yo de igual manera, les preguntaría que es lo que ellos piensan sobre lo que aprendieron, esto a su vez les ayudará a reflexionar en la importancia de todo lo que aprendieron.

Al impartir clases de español yo en general trataría en lo posible de solo usar la lengua de herencia en mi aula de clases y no estaría traduciendo constantemente a mis alumnos. Si como docente yo uso el inglés en para explicar el contenido y las actividades durante mi lección lo que ocurría es lo contrario de lo que yo quiero que ocurra, ya que mis alumnos no se acostumbrarían al sonido de las palabras e innecesariamente se tornarían dependientes de la traducción. De igual manera limitaría el uso de otra lengua durante mi clase por parte de los alumnos, si yo enseño el idioma español debo tratar de que lo aprendan de manera correcta o culta. Ser flexible a veces es sano, pero no en exceso porque puede resultar perjudicial especialmente a la hora de enseñar una lengua haciendo uso de otra. El idioma inglés lo trataría de usar al mínimo y solo cuando lo estime necesario. Les insistiría a mis alumnos que me respondieran en español, aunque fuera de manera incorrecta. De esta manera habría lugar para la corrección y muchas veces esta interacción logra que el estudiante medite sobre sus faltas y logre la asimilación esperada.

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