Cinco poemas que son indudablemente representativos del Romanticismo.


 

v  José María Heredia, “En una tempestad.”

 

El Romanticismo fue una corriente ideológica, cultural y artística que se extendió en Europa a partir el último tercio del siglo XVIII hasta mediado el siglo XIX.  Nació en Alemania, pero rápido se desarrolló a otras naciones, como Reino Unido, Francia, España e Hispanoamérica. Después de todo, el Romanticismo, se trató de una representación de vida, una forma distinta de ver el mundo, significó un cambio de gusto de la época y de las teorías estéticas de la creación. Esta tendencia creó su propia expresión y consiguió crear como un desvío trascendental en el progreso artístico universal. Característico de este tiempo era una ansiedad espiritual causada por el choque entre lo deseado y lo vivido, por el encuentro con el ideal y la realidad, el yo y el mundo.

El escritor José María Heredia, fue un precursor del romanticismo en Hispanoamérica, corriente que buscaba la inspiración en la sensibilidad e imaginación resaltando el yo poético. Los poetas se sienten incomprendidos, los caracterizan la tristeza y el desaliento. Este autor en particular, vivió en el exilio por conspirar contra el dominio español y escribió sus mejores poesías en el destierro. Sintió una constante nostalgia por su país de origen Cuba y esto fue lo que lo llevó a idealizar a su patria plasmándolo así en su obra que refleja temas de angustia, distancia y de melancolía. En el poema “En una tempestad” se manifiestan y se mezclan sus sentimientos de lejanía. Él creía que fue la tempestad la que lo alejó de su mundo, al que él llamó “mundo vil y miserable”, esto es apreciable en las siguientes líneas de su poesía.

Al fin, mundo fatal, nos separamos:
El huracán y yo solos estamos.

¡Sublime tempestad! ¡Cómo en tu seno,
De tu solemne inspiración henchido,
Al mundo vil y miserable olvido,
Y alzo la frente, de delicia lleno
!”

 

Heredia escribió entre el neoclasicismo del siglo XVIII y el romanticismo del siglo XIX. Parte del movimiento neoclásico del siglo XVIII era la noción de que el mundo, era una obra perfecta como creación de Dios. Por lo tanto, todas las manifestaciones de la naturaleza, por violentas que fueran, eran parte de esa perfecta obra del Señor. Así encontramos que, en su poesía, "En Una Tempestad" el autor expresa también la admiración que sintió hacia la naturaleza, en este caso representado por una tempestad o un huracán. La naturaleza se asemeja con los estados de ánimo del autor. Entonces, todas las manifestaciones de la naturaleza, por descomunales que fueran, eran parte de esa magnífica creación de Dios.

Heredia, asimismo, se inspiró en la naturaleza, en sus aspectos prodigiosos o sublimes, uniendo el espíritu con lo natural. Enalteció lo natural, lo espontáneo, la imaginación sobre la razón, lo fantástico sobre lo real. Además, en su inspiración romántica expresó los más sublimes sentimientos entre ellos el amor a la tierra oriunda, la identidad nacional, la exaltación de sus propias emociones, su insatisfacción, su amor apasionado y su deseo de libertad. El escritor despliega una relación estrecha a través de él, su estado de ánimo y la tempestad. En su choque con la tempestad dejó de lado todo aquello que le rodeaba. (“mundo vil y miserable olvido”) (su vida de exilio y lejanía de su patria) (“¡y alza la frente, de delicia lleno!”) Por lo tanto, este poema representa la aceptación del movimiento romántico el cual habita en una forma de apreciar y de concebir al hombre, la naturaleza y la vida, cada país produjo un movimiento romántico particular y con distintas tendencias. El Romanticismo representó una evolución de deleite de la época y de las teorías artísticas de la creación. Lo nuevo frente a lo neoclásico.

 

v  José de Espronceda, “Canción del pirata”

 

La poesía romántica es un género muy típico del Romanticismo, en la que se distinguen la poesía lírica y la poesía narrativa. La poesía narrativa es el relato en verso de sucesos históricos, legendarios o inventados. Armonizan la descripción, el diálogo, los momentos líricos con la narración propiamente dicha. La poesía lírica expresa ilustraciones de los sentimientos propios, la nostalgia, el agotamiento de la vida, el amor, la mujer ideal y demás…

José de Espronceda, se encuentra dentro de los poetas románticos más destacados de la época. Fue un hombre políticamente comprometido y perseguido que tuvo que exiliarse por su oposición a la tiranía de Fernando VII. Su historia de hombre apasionado se marcó con el gran amor de su vida que fue Teresa Mancha, una mujer con la que mantuvo una tormentosa relación, en la que se envolvían huidas, un rapto y varios encuentros y desencuentros, sociedades secretas, fue además un hombre rebelde, turbulento, exaltado y liberal.

La célebre “Canción del pirata” pertenece a este escritor quien tuvo una corta vida (1808-1842) y fue uno de los máximos representantes de la poesía española del Romanticismo en la primera mitad del siglo XIX. Su “Canción del pirata” es un canto a la libertad, encarnada en la figura del pirata, que a su vez es un ejemplo de personalidad que vivió al margen de la sociedad, despreciando las normas y los bienes materiales. El actor navega los mares afrontando valientemente a los infortunios y deleitándose de la hermosura y la independencia en un mundo material y hostil. Este poema es muy representativo del movimiento romántico, tenemos a un protagonista propio romántico, el pirata, modelo de temperamento rebelde, que se desenvuelve al margen de las pautas sociales, es también un personaje individualista (exaltando su “yo” constantemente), el poco valor hacia la vida que enseña “¿qué es la vida? Por perdida ya la di” y las aspiraciones de escape del poeta, que se demuestran en el evento de que el navío se dirigía a un destino desconocido. Entonces, en el estribillo que se repite a lo largo de todo el poema: Que es mi barco mi tesoro, mi única patria, la mar”. Aquí se refleja el afán de posesión de lo infinito, los deseos y la reivindicación de la libertad que exaltan a los románticos frente a las leyes, la moral y las costumbres del momento.

Este término de libertad aparece relacionado con la rebelión, el espíritu revolucionario romántico que se enfrenta a las normas y al orden establecido. Finalmente, también la ambientación es característica de este movimiento: el mar, que es su patria, es un distintivo que representa la liberación y que además se enuncia tan rebelde como el mismo protagonista, quien se exterioriza rotundo, vital y alegre, en absoluta armonía con la naturaleza salvaje en la que vive. Canta a la belleza, a la vida no sujeta a reglas, desatiende las leyes, no reconoce ni nación ni religión, no le teme a la muerte y aprecia ante todo la libertad y la serenidad que recibe del mar.  En las siguientes coplas es posible corroborar algunos de los enunciados anteriores.

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!

Yo me río;

no me abandone la suerte,

y al mismo que me condena,

colgaré de alguna antena,

quizá en su propio navío.

Y si caigo,

¿qué es la vida?

Por perdida

ya la di,

cuando el yugo

del esclavo,

como un bravo,

sacudí”.

 

 

 

v  Gustavo Adolfo Bécquer

 

 

Gustavo Adolfo Bécquer vivió el final de Romanticismo literario, y la convivencia con el Realismo, que lo llevó a la búsqueda de una expresión desnuda, sencilla, breve e íntima. Está considerado uno de los más importante poetas del Romanticismo español a pesar de ser un romántico rezagado, ya que cuando Bécquer escribió sus poesías, el Romanticismo ya dejaba de ser la corriente artística más significativa. Por tal razón, representó la poesía espontánea natural, dentro de un movimiento romántico distinguido por la exuberancia y la exageración, la exaltación del yo, el subjetivismo, el individualismo, la angustia que surge del conflicto en medio del mundo subjetivo y el objetivo, la singularidad, la evasión, la divergencia de la unidad de tiempo y lugar, el conglomerado de géneros, el amor ennoblecido, la naturaleza solidaria, entre otros. No obstante, su escritura es muy subjetiva y se enfocó en el amor, particularmente, el amor decepcionado, y la soledad en el amor, los misterios de la vida, la desesperanza y la muerte. El modo de escritura que tenía Bécquer era ligero y simple y cuando es leído en voz alta suena como si tuviera armonía. Eso es una discordia con el estilo uniforme o estándar del Romanticismo, que es mucho más dramático. Se trata de una poesía intimista y directa; en apariencia, sin grandes alardes estilísticos, pero colmada de emoción y pasión.

Rima IV (“No digáis que agotado su tesoro”): En esta poesía, el escritor pretende convencer al lector de lo que él piensa, como una especie de manifiesto. El autor argumenta que la poesía existirá siempre, sin importar lo que suceda, seguirá existiendo porque no necesita del poeta puesto que está presente en todos los aspectos de la vida: en el entorno, en los enigmas humanos, en los sentimientos de las persona y en la belleza de la mujer. El poeta expresa su idea primordial, menciona igualmente la naturaleza y la alianza inquebrantable entre esta y el sujeto, califica los elementos del mundo de forma sensible, cómo el fuego y el aire, de igual manera, habla de cada uno de los elementos poéticos básicos, los que para él son la fuente de inspiración de cada poeta, muestra como la poesía, concebida como una fuerza universal e intemporal, existe más allá del poeta:

“No digáis que, agotado su tesoro,

de asuntos falta, enmudeció la lira;

podrá no haber poetas; pero siempre

habrá poesía.

 

El poema “No digáis que agotado su tesoro” está cargado de menciones a la naturaleza que nos rodea, a su cometido con el mundo y a su papel en el universo. En su poesía expresó también que los sentimientos son producto del amor y que el amor es poesía. Para este poeta, la poesía es sinónimo de mujer.  Así lo afirma en el siguiente verso de su poema:

“Mientras haya unos ojos que reflejen

los ojos que los miran;

mientras responda el labio suspirando

al labio que suspira,

mientras sentirse puedan en un beso

dos almas confundidas;

mientras exista una mujer hermosa,

¡habrá poesía!”

 

 

Rima XI (“Yo soy ardiente, yo soy morena”): Esta rima está directamente relacionada con la vida sentimental de Bécquer. El tema notable de la rima es el amor a modo de un deseo inalcanzable dentro de los límites humanos, y que únicamente puede satisfacer en el espacio de los sueños y de lo ideal. En esta poesía es posible distinguir dos rasgos muy reveladores en Bécquer por un lado el diálogo entre el yo- tu, y por otro lado esa incesante búsqueda de la perfección, de lo imperceptible.  La  definición  de  esa  búsqueda  de  la  belleza  de  la  mujer ideal,  es la  definición,  o  en otras palabras la  indeterminación  del  ideal  de la poesía  de este poeta,  del  ideal  romántico  por  extensión,  tan  amante  de  los  velos,  neblinas,  de  todo  lo  inadmisible  e  inaccesible,  y  en  definitiva  de  ese  ambiente  de  irrealidad,  tan  característico  de  ese  período  literario.

 El tema de la rima XI “Yo soy ardiente, yo soy morena”, conjuntamente, con la forma en que el poeta la abordó son frecuentes en los poemas románticos. Durante este período, la soledad y el dolor del individuo frente al mundo, con el discernimiento de que el mismo no es como se espera y de que los deseos, entre ellos el amor no pueden ser satisfechos, aparecen reiteradamente. Por ello, los más deseables amores humanos no compensan la exagerada sensibilidad romántica de este autor. Esta poesía presentada en la parte inferior consta de tres versos, de plática entre una primera persona que podría parecerse al poeta, y tres damas. En el primer verso, la voz del intérprete resiste la oferta amorosa de una mujer de negro pelo, muy ardiente y sensual, haciendo lo mismo en el segundo verso con una mujer tierna, dulce y rubia, la cual le ofrece un amor más delicado. En el tercer verso se expresa de tal manera que evoca el único amor que satisfaría el deseo de plenitud ideal del amante romántico el cual es el de una mujer espectral, improbable de obtener, tal vez quimérica. Las dos primeras partes describen mujeres que son reales y no perfectas POSEEN TODO LO QUE UN HOMBRE DESEA, pero el autor no las ambiciona.  El poeta describe en la tercera parte la mujer de sus sueños la que él esperaba TENER, que le brindara un amor abstracto y puro, un amor que no demandara reciprocidad y que no fuera de este mundo.  El autor demuestra las ideas reales de muchos hombres.  No quieren las mujeres que existen, pero quieren imágenes de mujeres como diosas que son visiones fantasmales.

Yo soy ardiente, yo soy morena,

yo soy el símbolo de la pasión,

de ansia de goces mi alma está llena.

¿A mí me buscas?

No es a ti, no.

Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,

puedo brindarte dichas sin fin.

Yo de ternura guardo un tesoro.

¿A mí me llamas?

No, no es a ti.

Yo soy un sueño, un imposible,

vano fantasma de niebla y luz.

Soy incorpórea, soy intangible,

no puedo amarte.

¡Oh ven, ven tú!”

 

Rima LIII (“Volverán las oscuras golondrinas”): Es la mas famosa de todas las rimas que escribió Bécquer.  En esta rima el autor sintió una nostalgia de todo aquello que fue y observó con melancolia que todo cambiaba, que nada era inalterable, que incluso el amor, por intenso que fuera, no era ni sería eterno.  Esta es  una poesía escrita basada en el desengaño, él seguía queriendo a su mujer, pero su relación ya había terminado. La trama de la misma se concentra en la recordación de los instantes convividos por el idílico y su amada para recordarle que nadie la querría igual que él. Bécquer recordaba los diferentes momentos de cuando su amada y él vivían enamorados y eran felices, el poeta los compara con el vuelo de las golondrinas jugando en medio de ellos; o la admiración en su vergel de las gotas de rocío en las flores de las madreselvas. Las  oscuras  golondrinas  fueron  espectadores  de  su  amor  acaecido,  él  al  acordarse  las  veía  de  una  forma  personal,  ninguna  volvería  a  ser  tan  importante,  así  como  nadie  sería  capaz  de  amarla como  él  la  amó,  y  es  que  el  poeta  la  percibió  como  una  deidad,  por  eso  ninguno  podría  quererla  tanto  como  él,  de  nuevo  la  naturaleza  participa  del  ánimo  del  poeta,  en  este  caso  del  dolor. Las golondrinas volverán de nuevo, las madreselvas florecerán otra primavera y tal vez ella se vuelva a enamorar, pero, de la semejante manera incondicional como el poeta la ha amado, será muy difícil que le vuelva a ocurrir. En su poema, él habla de las golondrinas, él está explicando que la vida no va a ser como fue antes. Los momentos ya pasados igualmente no se repetirán.

Volverán las oscuras golondrinas

en tu balcón sus nidos a colgar,

y otra vez con el ala a sus cristales

jugando llamarán.

Pero aquellas que los vuelos refrenaban

tu hermosura y mi dicha a contemplar,

aquellas que aprendieron nuestros nombres...

ésas... ¡no volverán!”

Todo esto corresponde directamente con el estilo del Romanticismo tardío, caracterizado por un lenguaje poético depurado e interiorizado generalmente inspirado en el amor, el desengaño, la fugacidad del amor y elementos de la naturaleza. La naturaleza es un elemento muy empleado durante el Romanticismo y aquí aparece en su declive y no salvaje, recordando un tiempo y un lugar melancólico y ligero como las propias memorias del autor. En este poema Bécquer habla del amor tan especial que solo puede suceder una vez. El objetivo del poeta no era la de enternecer al lector exhibiendo ante él todos sus sentimientos. Intentaba llegarle desde un tono verdaderamente íntimo y sencillo. Por todas estas razones, este poema es una muestra muy clara de lo que supone la temática formal y usual del Romanticismo.

 

Referencias

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many words to say: Romanticismo - Gustavo Adolfo Béquer - Análisis de las rima IV (39). (n.d.). Retrieved April 21, 2017, from http://many-words-to-say.blogspot.com/2011/09/romanticismo-gustavo-adolfo-bequer.html
Romanticismo literario en Cuba - EcuRed. (n.d.). Retrieved April 21, 2017, from https://www.ecured.cu/index.php/Romanticismo_literario_en_Cuba

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